El boggart es una criatura de origen celta-anglosajón. Se manifiesta como un espíritu de forma cambiante que adopta la forma del temor más grande de sus víctimas. Si bien normalmente es invisible, puede materializarse bajo la apariencia de un humano, un animal, un esqueleto o incluso un demonio. Según la tradición, se puede saber que una de estas molestas criaturas está rondando cerca si las puertas se cierran de golpe sin motivo aparente, se apagan de repente las velas, desaparecen herramientos, o se oyen ruidos misteriosos resonando por toda la casa. Los boggarts más maliciosos, rondan por los caminos oscuros y asustan a los viajeros solitarios, en ocasiones causando heridas o la muerte.
Se dice que los boggarts domésticos son oscuros, peludos y feos, con manos y pies enomes.Van vestidos con harapos. En siglos pasados, cuando se creía que una casa estaba plagada por un boggart, el propietario solía hacer denodados esfuerzos por librarse de él. Pero los boggarts eran tozudos, y en ocasiones la familia se veía obligada a cambiarse a otra ciudad para escapar de una de estas criaturas. A veces ni siquiera eso servía.
Hay una historia que dice que un granjero se hartó tanto de la destrucción que provocaba un boggart, que reunió a su familia, hizo las maletas con todas sus pertenencias y salió en busca de un nuevo hogar. Justo al cruzar la cancela, un vecino, extrañado, le preguntó si se mudaba de casa. Antes de que tuviera tiempo de contestar, se oyó una alegre voz que salía de los baúles, diciendo:"Si, ¡nos marchamos!". Con gran pena, el granjero y su familia dieron la vuelta y se metieron de nuevo en casa, al darse cuenta de que no había manera de escapar del astuto boggart.
Almudena Morales Montes.
Fuente: Libro. El Diccionario del Mago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario