Ares se considera el dios olímpico de la guerra, la personificación de la fuerza bruta y la violencia. Los romanos lo identificaron con Marte. Era uno de los muchos hijos de Zeus y Hera.
Era un dios devastador. Su mano destructiva se veía incluso tras los estragos provocados por plagas y epidemias. Este carácter salvaje y sanguinario de Ares lo hacía ser odiado por otros dioses, incluidos sus propios padres.
Ares es el protagonista del mito de la fundación de Tebas: Ares era el progenitor del dragón acuático que mató Cadmo, convirtiéndose en ancestro de los espartanos, pues de los dientes del dragón brotaron como si una cosecha creciese una raza de guerreros descendientes de Ares, los espartos. Para aplacar a Ares, Cadmo tomó como esposa a Harmonía, hija de éste con Afrodita, resolviendo así la contienda y fundando la ciudad de Tebas.
Se dice que Afrodita engañó a Hefesto con Ares. Esto lo descubrió Helios (el dios del sol) en la propia casa de Hefesto, tras lo cual, corrió a anunciárselo a Hefesto. Éste, muy enfurecido, tendió una red metálica invisible que dejaría inmóviles hasta a los dioses, y así poder pillar infraganti a su esposa con Ares. Así sucedió, y entonces Hefesto invitó a todos los dioses a ir a contemplar la escena. Las diosas no fueron por pudor pero los que fueron se mofaron y comentaron la escena. Cuando fueron liberados Afrodita y Ares, éste huyó a su tierra natal, Tracia.
En el mito de la guerra de Troya, Ares iba a luchar del lado de los aqueos, junto con Atenea y Hera, mas Afrodita lo convenció para que luchase del lado de los troyanos. Cuando Hera vio a Ares entrometerse en la guerra apoyando el ladio troyano, pidió permiso a Zeus, su padre, para alejarlo del campo de batalla. En la batalla, Ares atacó a Diomedes (uno de los más feroces guerreros aqueos) con su lanza, pero Atenea desvió el ataque. Diomedes respondió con la pica y Atenea guio el golpe para herir a Ares, quien en su caída bramó como nueve o diez mil hombres y huyó al monte Olimpo, lo que obligó a los troyanos a retirarse.
Cuando Hera mencionó durante una conversación con Zeus que el hijo de Ares, Ascálafo, había muerto, Ares rompió a llorar y quiso unirse a la batalla del lado de los aqueos contra la orden de Zeus de que ningún olímpico debía participar en la guerra. Atenea detuvo a Ares y lo ayudó a quitarse la armadura. Más tarde, cuando Zeus permitió a los dioses tomar parte activa en la guerra de los mortales, Ares intentó vengarse de Atenea, pero terminó herido de nuevo cuando ésta lo golpeó con una piedra, cubriendo al caer con su cuerpo tumbado siete yugadas.
Carmen Rodríguez
Fuente: internet
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